martes, 15 de abril de 2008

Carmen



Un último adiós, un pequeño tributo, una sonrisa, como a ella le gustaba vernos, a la memoria de un gran mujer que nos dejó hace un par de días. Un último adiós al coraje, la valentía, el talento y la fuerza hechos mujer.


Ya no podré verte por el barrio, erguida, sobre tus taconazos de vértigo y tu moño peculiar. Ya no disfrutaremos más tu risa que, con sólo oirte empezábamos a reir. Ya no podrás contarme cada vez que me veías, cómo me salvaste la vida cuando apenas levantaba dos palmos del suelo en aquella playa que tantas alegrías y una gran tristeza te dio.


Te fuiste con la cabeza muy alta, como siempre la tuviste. Conseguiste sacar adelante una familia cuando todo estaba en tu contra. Eras, eres, un ejemplo.


El mar se llevo a tu marido un 11 de julio de hace 25 años. Tu marido te llamó desde el mar un 11 de abril de hace 4 días y te fuiste con él, dejando a Silvi, Mamen y Quiqui, tus hijos, desolados, sólos, pero con la herencia de que su fuerza reside en su unidad y en el orgullo de ser lo que son.


Las palmeras del Patrimoni lloraron ese día, lo vi, sobre todo aquellas que tú, con tu alegría innata, llamabas "golfas" porque no tenían nombre, al contrario de aquellas que se encontraban en el Huerto del Cura.

Ahora eres plenamente feliz junto a tu "gordo". Llévate un beso y se lo das de mi parte.


Texto y foto: Belisker


2 comentarios:

Mayte dijo...

Sin palabras...Bello recuerdo para quien debió ser una gran mujer. Piensa que si el mar se la llevó...no debe estar en mal sitio

Sasian dijo...

Las grandes mujeres nunca mueren. Cuando se van de aquí, lo hacen como han vivido.Con tacones.
Un abrazo de alivio y solidario.