Ayer, nos dejó un gran hombre, un maestro, como he leído en un blog: Ángel González. Yo no sé muy bien quién era, no le conocía, ni su obra, pero a ti te ha puesto triste y eso es suficiente para saber que era un hombre excelente además de una figura de primera en el panorama literario. Vaya desde este humilde blog mi más tierno homenaje.
Un poema suyo, que he encontrado y que habla del mar, ese mar que vio nacer unos ojos de miel...
Son las gaviotas, amor.
Las lentas, altas gaviotas.
Mar de invierno. El agua gris
mancha de frío las rocas.
Tus piernas, tus dulces piernas,
enternecen a las olas.
Un cielo sucio se vuelca
sobre el mar. El viento borra
el perfil de las colinas
de arena. Las tediosas
charcas de sal y de frío
copian tu luz y tu sombra.
Algo gritan, en lo alto,
que tú no escuchas, absorta.
Son las gaviotas, amor.
Las lentas, altas gaviotas
Thats all folks
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*Nunca es fácil ponerse a escribir una entrada como ésta, reconocer que
algo ha terminado, con todas sus consecuencias, es mucho más difícil de lo
que pa...
Hace 7 años
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